Thor: El Mundo Oscuro

Ayer pude ver la segunda película de Marvel centrada en Thor, tras haberlo visto en 'Thor' (Kenneth Branagh 2011)  y en 'Los Vengadores'(Joss Whedom 2012), y salí muy contento de la sala, lo cuál no está nada mal, teniendo en cuenta que gustándome mucho las películas de la franquicia cada vez voy con las expectativas más bajas a este tipo de estrenos.

Ya con 'Iron Man 3' (Shane Black, 2013), dejaron clarinete que no estaban muy dispuestos a entrujarse los sesos en cuanto al guión, y aquí estamos ante prácticamente la misma premisa que en la primera película:
 Un ente malo de los de los de verdad, que responde al nombre de Malekith (Christopher Eccleston), es el líder de los elfos oscuros, una raza enfrentada con los asgardianos, que perdió a manos de estos, el Éter, una sustancia indestructible con un poder ilimitado capaz de sumir los 7 reinos de Asgard y de propina la tierra, en la más absoluta de las oscuridades...

Suerte que lo que cómo adivinaréis no iba a levantar el argumento, lo levanta un auténtico reparto de lujo que pasa desde Anthony Hopkins que repite cómo Odín, rey de Asgard y padre de Thor (Chris Hemsworth) y de su malvado hermano Loki, qué sin duda alguna es el personaje mejor aprovechado de la película, jugando mucho con la ambigüedad moral que le sabe aportar un Tom Hiddleston  más cómodo que nunca en su papel de hermano resentido.

Repiten Idris Elba cómo Heimdall, guardían de los mundos, en un papel más humanizado y con más protagonismo que en la primera entrega, (Aprovecho desde aquí para que todos los que no hayáis visto su serie 'Luther' emitida por la BBC, corráis a verla en cuanto podáis).

También repite Stellan Skasgard cómo el Dr. Selvig, que pese a ser el único nórdico real del reparto no interpreta a ninguna deidad, pero  verdad es que tiene dos o tres momentos muy buenos, a riesgo de idiotizar al personaje.

Otra que repite tras su ausencia total en Los Vengadores es Natalie Portman, que interprerta a Jane Foster, el peor personaje de la película con diferencia, y no creo que sea culpa de la actriz si no del escuetito guión.

No me gustaría despedir al reparto sin pararme a hablar de Renne Russo cómo la madre de Thor y Jamie Alexander cómo Lady Sif, probablemente la única asgardiana que pudiera hacer la más mínima mella en el corazón de Thor si Jane Foster le diera calabazas.

Dejando el argumento y el reparto aparte, la película es un producto redondo, con una impresionante recreación del universo del dios nórdico, una orgía de efectos visuales (unos más logrados que otros todo sea dicho), que sabe distanciarse lo suficiente del resto de películas de la franquicia, y dejan para la escena postcréditos todo tipo de interconexión con otras entregas de la franquicia, entretenida, fresca, (sí es que se puede ser fresco en una película de superhéroes), y cosciente de sus propias limitaciones, todo lo que no es por ejemplo 'El Capitán América' en su primera entrega cinematográfica.