'La Isla Mínima' (2014)

Vaya por delante que no soy muy aficionado al "cine español" y entrecomillo porqué nunca me ha gustado eso de encasillar al cine por nacionalidades, pero digamos que cuando hay un estreno en cartelera rara vez me llama la atención una película "española", y las pocas veces que lo ha hecho la cosa acabó en una fría decepción y con mi conciencia gritandome bien fuerte: -¡eso te pasa por ir a ver pelis españolas!.

Pero hay excepciones,y para ser sincero con vosotros cada vez más, y es que últimamentes hay buenas producciones de género, y cuando no son tan buenas al menos son honestas, por aquí ya os hablé de 'Celda 211'  de Daniel Monzón y no sería la única, Alberto Rodríguez, director de 'La Isla Minima' me encandiló con 'Grupo 7' una genialidad de thriller de acción en la Sevilla pre Expo 92, que para mí suposo la confirmación definitiva de que no toda película española es mala,y eso que por allí se paseaba Mario Casas, que no es que lo tenga yo en mi olimpo particular de dioses de la interpretación precisamente.

Dicho esto, uno iba a ver que tenía que contarnos Alberto Rodríguez sobre la desaparición de unas adolescentes en una aldea de las marismas del bajo guadalquivir, la trama a priori es bien sencillita, Juan (Javier Guitiérrez) y Pedro ( Raúl Arévalo) son dos policías de homicidios de Madrid "castigados" a investigar dicha desaparición, el primero se encuentra agusto en un sitio anclado en el pasado mientras que el segundo se escandaliza de que en pleno 1980 haya crucifijos rodeados de fotos de Hitler y Franco en el mótel. Pronto tendrán que ir haciéndose uno a los métodos del otro, sobre todo cuando ni siquiera el padre de las niñas desparecidas, interpretado por Antonio de la Torre parece interesado en colaborar con ellos para esclarecer la desaparición de sus hijas... 

Los responsables de esta 'Isla Mínima' se marcan una película con un ritmo frenético, y unos valores de producción que no tienen nada que envidiar a algunas producciones con presupuestos mucho más holgados, con una fotografía envidiable,  y unos planos aéreos que por truedetectivescos que sean no dejan de ser imrpresionantes, y sí, hablando de True Detective, le van a caer palos por acercarse demasiado tanto en tono como en argumento a esa maravilla de serie de la HBO.  A mí ya el hecho de que esta película me haya tenido pegado a la butaca durante poco más de hora y media, y lo peor, pasar miedo y angustia en castellano, en andaluz si me apuran, en parajes familiares, eso no tiene precio.

Desde aquí dar las gracias a AC Ojeda por invitarme al preestreno que tuvo lugar en Nervión y recomendaros a todos dar una oportunidad a este thriller con sabor sureño de verdad, y no cómo esa franquicia de cervecerías que viste a los empleados  de marineritos.