Viernes de Acción: Especial Jungla de Cristal Parte I 'La Jungla de Cristal'(1988)
Si me pidieran que definiera la figura del anti-héroe en el cine, con la imagen que presenta el post me bastaría y me sobraría para dejaros claro de que estamos hablando. Otra bien pudiera ser la de Harrison Ford interpretando al mítico Han Solo, pero hoy toca hablar de John McClane, el poli de Nueva Jersey que siempre acaba en el lugar menos indicado, en el momento menos oportuno.
McClane es el típico tipo normal, con una vida aburrida, con un trabajo corriente, que va a su bola y lo último en lo que querría verse envuelto es en cualquier tipo de conflicto en el que el fuera el único que pudiera sacar las castañas del fuego, pero mire usted que lástima, resulta que al final el héroe tiene su corazoncito, (que unos terroristas chungos te jodan la navidad secuestrando a tu mujer puede que ayude un poquito).
Jhon Mc Tiernan maneja la acción como muy pocos, y en esta película saca todo el jugo del sustancioso presupuesto que el productor Joel Silver puso a su entera disposición, y no escatimaron en gastos, para hacer que las desventuras de este David cotra el Goliatth del Terrorista de turno, se convirtieran durante décadas en referente del cine de disparos, inaugurando toda clase de elementos que ya hoy en día son un catálogo de clichés rancios del género, pero que con esta película tuvieron un fresco alumbramiento.
Jhon McClane es un amargado poli de Nueva York con terror a los aviones, que se ve obligado a coger uno para pasar con su mujer la festividad de Navidad,acude al edificio en el que trabaja su mujer para darle una sorpresa, el Nakatomi Plaza, un titan de cemento y cristal, (Propiedad de la Fox en la vida real), símbolo del poderío económico de la empresa que lo posee.
Pero unos hyper-mega-chungos terroristas de la muerte alemanes,algo así como la Troika para-con los países tiesos de Europa, liderados por el carismático Hans Gruber, (interpretado por un genial Alan Rickman, Snape en la saga de Harry Potter),no están dispuestos a permitir que los inquilinos del edificio Nakatomi pasen la fiesta en paz, e irrumpen cargados de metralletas y todo tipo de armamento y maquinaría de última tecnología. (Estamos en 1989, así que por favor entiendan por "última tecnología",a cutre-ordenadores IBM y vulgares sopletes para abrir cajas fuertes).
Como todos ustedes sabrán a estas alturas, al bueno de McClane no le mola nada que un terrorista alemán utilice un emporio japonés establecido en América del Norte, para conseguir unos supuestos poco nobles fines, exigiendo la liberación de presos en vaya usted a saber que puñeteras partes del mundo...(Gajes del oficio en los guiones de las pelis de acción de los ochenta).
Pero nuestro anti-héroe favorito les buscará las cosquillas a estos malos malosos, que por cierto son todos entrañables, formando parte del encanto atemporal de esta cinta novedosa, que aunaba el cine de acción, con el cine de catástrofes y la comedia ligera, un perfeto cocktail que implosionó en la taquilla veraniega de las postrimerías de los 80.
Gran cine de evasión, genial divertimento, inolvidable clásico al que sus secuelas nunca pudieron igualar, pero que tuvieron la calidad suficiente como para que le hagamos un repasito en los viernes sucesivos.
Si no la has visto es que estás muerto, gran película de unos tiempos en los que se podía fumar y decir tacos a cascoporro en pantalla.
¡Yippekaiyei hijo de puta!
Osea... qué tengo que ir preparando un banner para la jungla ¿no? xDD
ResponderEliminarEstoooo... ¡pues va a ser que sí! :D
Eliminar