Martes de Guerra: 'La Chaqueta Metálica':

El sargento Hartman los tiene más gordos que tu y lo sabes.

La Guerra de Vietman ha dado muchas y muy buenas películas, de algunas de ellas como 'Platoon' o 'Apocalypse Now' ya hemos hablado otros martes, pero la que os traigo hoy no tiene nada que envidiarles y es que lleva la firma de Kubrick...

Stanley Kubrick es para muchos el talento hecho carne, un dios del celuloide que bajo una apariencia de afabilidad se convertía en todo un dictador que las hacía pasar putas al reparto repitiendo escenas hasta la saciedad, para sacarlos de quicio si la escena lo requería, para exprimir hasta la última gota del material humano y técnico del que disponía, y vaya si lo conseguía el muy canalla, filmaba como y cuando quería, pese a algún que otro fracaso económico (que nunca artístico) nunca dejó de comportarse como el Napoleón que nunca pudo llegar a realizar, ambicioso y certero como el solo.

Si ya la habéis visto huelga hablaros sobre el argumento, si no corréis tal suerte prefiero evitaros spoilers, deciros solo que la película se divide en dos actos bien diferenciados, el entrenamiento y la entrada en combate, dos contundentes platos si me permitís el símil, tan bien servidos que no dejan lugar para el postre, para que así nos quede el regusto amargo que nos deja el ser testigos de lo que la maquinaría de guerra y el sinsentido ambicioso de esas fronteras ilusorias que son las naciones son capaces de hacer con el hombre, vergüenzas ajenas y propias de la condición humana...

Aprovechando que me he puesto trascendental y filosófico corred a ved esta película y ya de paso todas las de Kubrick que podáis , veréis como no os arrepentís.


3 comentarios :

  1. El postre perfecto está también en la película: ese Paint it black que suena durante los créditos. ¡Qué delicia!

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  2. Si señor, muy bien apuntado, me alegra leerte por estos lares.

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  3. A veces me pregunto si tus críticas van realmente sobre la película nombrada, o ésta es solo una excusa para hablar del director en cuestión... ¡como te enrollas cara**! llega un punto en el que parece que no existe más factor humano en una película que el director de marras xDDD

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