'Lincoln' (Spielberg, 2012) de como acabar con la esclavitud comprando unos cuantos votos

Me ha costado decidirme por ver esta película , ya que me atraía y espantaba a partes iguales, y es que mi admiración por Spielberg acaba cuando el director se pone trascendental sirvan  películas como 'Munich'(2005) o 'Amistad'(1997) como ejemplo de que cuando el amigo Steven se pone profundo las probabilidades de truño insustancial maniqueo y simplón aumentan considerablemente.

Dejadme deciros si este ha sido el caso o no más tarde, ahora preferiría hacerme eco de un artículo que leí sobre la figura histórica de Lincoln que me sorprendió bastante, podéis leerlo aquí , este artículo del catedrático Vicenc Navarro desempolva el mito de Abraham Lincoln para, (sorprendentemente en una figura histórica de este calado), no solo no echar tierra encima de una figura que por mítica y endiosada a servidor le parecía un tanto falsa y exagerada, si no que aporta una visión aún más social y comprometida de este tótem ideológico de los Estados Unidos al que sin duda alguna sus sucesores espirituales le han revertido y  maquillado tanto sus posturas ideológicas que de resucitar hoy en día, se cagaría en sus sucesores como Jesucristo se cagaría en la Iglesia Católica o Freddie Mercury en la banda Queen.

El artículo me ha influenciado para bien y es por ello que cuando Spielberg se pone pasteloso y me muestra a un Abraham Lincoln endiosado bajo la luz del más artificial de los contraluces en un decorado a oscuras para que todos flipemos ante la majestuosidad de dicho personaje, no me queda otra que perdonárselo.

Aunque esto no quita que me resulte de vergüenza ajena que uno de los directores vivos con más talento de la industria del cine caiga en semejante intento de manipulación para-con el el respetable.

Dicho esto, y salvando esta gran cagada de apenas dos minutos de duración, estamos ante una película que no por larga se hace pesada, y con un reparto acojonante, Spielberg sabe dar un paso atrás y dejar que aquí brille el trabajo actoral por encima de la realización.

¿Qué decir de la interpretación de Daniel Day-Lewis?, pues bien nada que no se haya dicho ya, es soberbia, como el solo sabe hacer, y se mimetiza con el personaje y todas esas retahílas recurrentes que a poco que os interese el film ya habréis leído una y mil veces, pero no por ello iban a dejar de ser verdad, uno de mis actores favoritos, convincente como el solo, que no me ha hecho echar de menos a la primera opción de Spielberg que fue Liam Neeson.

¿Probabilidades de Oscar a mejor actor? Todas las de mundo supongo.

Bien, os he hablado de la interpretación de Day-Lewis y acordareis conmigo que no es nada sorpresivo a estas alturas, la que si que me ha sorprendido ha sido la interpretación de Tommy Lee Jones que dibuja magistralmente al alter ego de Lincoln, Thaddeus Stevens, compañero de filas republicanas pero con un enfoque muy distinto a la hora de atajar los problemas, algo así como la rivalidad Rajoy-Esperanza Aguirre que existe en el PP pero con valores democráticos y un gran  respeto a la política de por medio.

Poco podré escribir yo que haga justicia a la titánica labor interpretativa que desempeña aqui Tommy Lee Jones, que está mejor o igual de bien que Day-Lewis.

No puedo dejar de mencionar a Sally Field que interpreta con robustez a Mary Todd Lincoln, esposa de Abraham Lincoln, que tiene unos momentos de rivalidad con el personaje de Thaddeus Stevens que son de lo mejor de la película.

Aunque hay muchísimos secundarios hay que sacar a relucir el papel de Joseph Gordon-Levvit, no es que sea una gran actuación pero menuda temporada que  lleva este hombre, que está hasta en la sopa. Y aparte resulta bastante creíble como el hijo mayor del matrimonio Lincoln.

Como os prometía atrás me toca mojarme sobre que me ha parecido la película, y la verdad es que me ha gustado mucho, está muy por debajo de ser lo mejor de Spielberg pero queda lejos de ser el truño que cabría esperarse teniendo en cuenta los antencedentes grandilocuentes del director.

Por último me gustaría alabar lo bien rodadas que están las escasas secuencias de guerra, sin temblarle el pulso a la hora de mostrar las barbaridades que ocasiona.

También me gustaría criticar al director de fotografía Janusz Kaminski, no me ha gustado nada la iluminación de esta película, que más que aportar resta, y es que pese a ser muy correcta por lo general, tiene unos juegos de sombras en algunos tramos que son vergonzantes de lo artificiales que son.

En cuanto a la música, el gran John Williams pasa esta vez de puntillas con una pártitura de la que no saldréis del cine con ninguna melodía en concreto para el recuerdo.

Pese a que tiene sus fallos la película hay que verla, aprovechad que como aún no se han celebrado los Oscar estan hinchando artificialmente el tiempo en cartelera de esta y otras películas para acudir a este drama político de casi tres horas de duración que se pasa volando.