Alguién voló sobre el nido del cuco.

Sólo los grandes como Nicholson son capaces de abordar distintos puntos de locura, si en El Resplandor nos regalaba a la locura en esencia, aquí nos sorprende con la locura fingida, en esta tragicomedia sobre un caradura que se hace pasar por loco para evitar la cárcel, una de esas películas que te reconcilia con la raza humana para momentos despues dejarte en los labios el amargo gusto de la derrota.

Lástima que se acomodase en papeles de sí mismo, y haga lustros que no vemos interpretaciones tan conseguidas del amigo Jack.

Entrañable película que una vez más nos demuestra que muchas veces la cordura y lo políticamente correcto van de la mano de una escala de grises con más sombras que luces que ignora por completo lo necesario del color.


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