Martes de Guerra 'Apocalypse Now' (1979,Francis Ford Coppola).



Con uno de los rodajes más largos, tediosos, y desafortunados de la historia del séptimo arte, en el que no solo se tardó más de un año en terminar de rodar, sino que la película tardo la friolera de tres años en ser estrenada, no sería muy aventurado decir que estamos ante una película maldita, y seguramente así lo fue durante mucho tiempo en el corazón de sus responsables.

Hablando de corazones, la película pretendía adaptar la novela, 'En el Corazón de las Tinieblas' ('Heart of Darkness' escrita en 1899 por Joseph Conrad.  Aparte de ser una gran novela que invitaba al lector a reflexionar sobre el colonialismo, el racismo y la esclavitud, contaba con el mérito de encontrarse entre las frustraciones del benerado Orson Welles, que nunca consiguió llevar la adaptación a buen puerto.

Al Francis Ford Coppola de mediados de los 70, con la primera y segunda parte de la saga de 'El Padrino' ya estrenadas, le pareció suficientemente alentador embarcarse en tan titánico proyecto recogiendo el testigo de Welles y trasladando la acción de escenario y época, situándola en plena guerra del Vietman, que se había dado por acabada poco antes del inicio del rodaje.

Martin Sheen encarna al Capitán Willard, con la misión de buscar y destruir al Coronel Kurtz (Marlon Brando), un exboina verde que ha formado con su propio ejercito de seguidores que ha hecho migas con los nativos.

Por el camino se topara con personajes como el teniente Bill Kilgore (sensacional Robert Duvall), un hombre obnubilado por el sinsentido de la guerra que muestra muy poca humanidad (sirva la mítica frase:"¡Me encanta el olor a Napalm por la mañana!" de ejemplo) y comienza a sumergir al protagonista en un estado entre lo alucinado y lo perplejo que lo acabará trasformando en un ser ambiguo con más en común con el coronel Kurtz que con sus superiores del ejército.

Sobrecogedor relato que también cuenta con la intepretación de Lawrence  Fishburne (Por aquel entonces Larry según los créditos) y un Dennis Hopper de lo más inspirado.

Los tonos anaranjados de la fotografía de Vittorio Storao terminan de ensamblar un cuerpo perfecto que es un éxito rotundo en cada una de sus numerosas facetas.

Genial film bélico que os hará reflexionar con unos actores en estado de gracia y un director que supo sacar fuerzas de flaquezas y gestar la que es sin duda una de las grandes películas de la historia del cine de una película que apunto estuvo de no estrenarse.

Un relato sobre la condición humana, los horrores de la guerra y de cómo EE.UU se manchó las manos de sangre en una guerra en la que nunca debió participar.

Lo dicho, CINE con mayúsculas y en estado puro.






2 comentarios :

  1. Algún día la veré... (:

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  2. No sabes lo que te pierdes, aunque soy tan pesado que seguramente sí que lo sepas ya a estas alturas.

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