Moneyball (2011)

Brad Pitt encarna a Billy Beane, manager de los Oakland Athletics, la temporada acaba de finalizar y tiene que soportar, un año más, como los grandes equipos le roban a los mejores jugadores de la plantilla.

Harto de esta situación y tras comprender que no puede ni soñar con un aumento del presupuesto para la próxima temporada, un día apuesta por Peter Brand (Jonah Hill), un joven economista que se basa en las estadísticas para fichar a los jugadores oportunos, pero tendrán que enfrentarse a los ojeadores del equipo y al entrenador ( Philip Seymour-Hoffman), que se oponen firmemente a seguir este nuevo método y no confían en que un “friki” los lleve a la victoria.

La película, lejos de ser mala, no es perfecta porque cae en todos y cada uno de los clichés del drama deportivo, siendo en definitiva, una película pasable, pero que peca de sosa.

Dicho esto me resulta difícil de justificar la nominación al Oscar de Brad Pitt porque; no se encuentra, ni de lejos, entre lo mejor de su carrera. Cayendo incluso en la sobreactuación en algunas escenas.

Los que me han sorprendido para bien son Jonah Hill, con una gran actuación con la que construye el personaje con más jugo de la película, y Kerris Dorsey que con sólo 14 años interpreta a la hija del personaje de Pitt sin resultar cargante, cosa fácil cuando hablamos de jóvenes actores.

Nada que destacar de la labor de dirección de Bennet Miller, y en cuanto al guión Akiva Goldsman y Aaron Sorkin se limítan a adaptar la historia narrada en el libro: "Moneyball: The Art of Winning an Unfair Game".

Hace poco escribí sobre “The Iron Lady” y las similitudes son muchas, gran reparto y presupuesto a disposición de una historia basada en hechos reales a priori con mucha chicha pero a las que no se les ha sabido sacar todo el partido que daban, aunque esta al menos no se hace tan pesada.