Men In Black 3: de la comedia policíaca hiperespacial a 'Regreso Al Futuro'.



   Sin grandes pretensiones más allá de hacer una buena taquilla, (lo cual ha conseguido solo en parte), nos llega este intento de revitalizar una saga  que sorprendió por su frescura con su primera entrega pero que acabo siendo una broma de mal gusto en la segunda.

Han pasado unos cuantos años ya, los suficientes  como para que la industria vuelva a probar suerte en un intento de reconciliación con el público y en esta ocasión  los productores han tenido el buen tino de contar otra vez con el director Barry Sonenfield, que ha sabido coger los mejores valores de la primera y darle las suficientes vueltas como para actualizar una formula un tanto caduca.

La pareja protagonista vuelve a ser los agentes "K"(Tommy Lee Jones) y "J"(Will Smith), con la salvedad de que en esta ocasión el personaje de Tommy Lee Jones adopta un plano más secundario cediendo el protagonismo a Josh Brolin, que interpreta a "K" de jóven.

El argumento nos sitúa en un presente en el que un peligroso criminal interplanetario ha conseguido escapar de la prisión Lunar Max, situada en la luna. Y ha robado una máquina del tiempo con la que ha puesto rumbo al pasado y ha conseguido borrar del continuo espacio tiempo la existencia de "K", es entonces cuando el personaje que interpreta Will Smith descubre que es el único que recuerda la existencia de su compañero, porque el resto de sus compañeros lo dan por muerto desde hace 40 años.

Es por esto que "J" decide realizar un salto en el tiempo (que recoge los mejores efectos especiales de la película con diferencia) directo al final de los años 60 para evitar que el "K" del pasado (Josh Brolin) muera a manos de este villano.

La película como era de esperar tiene un argumento insultantemente simple, y los efectos especiales no tienen el tirón que tenían a finales de los 90, cuando se popularizó la saga,  pero la película cumple con sus objetivos haciendo que el público suelte alguna que otra carcajada  y este entretenido durante todo el metraje, que es algo que aunque no parezca nada del otro mundo no consiguieron en la segunda entrega.

El mayor acierto del film ha sido saber centrarse en las continuas tiranteces  entre el dúo protagonista ,  apoyándose en grandes secundarios como son Emma Thompson "O", la nueva jefa tras la muerte de "Z". Y sobretodo Michael Stulbargh  (Visto en Boardwalk Empire), que encarna a Griffin, un carismático personaje que puede ver todos los futuros posibles del destino.

Una divertida comedia que se permite "cameos" de gente como Andy Warhol o Yoko Ono y que no duda en satirizar como lo hiciera en anteriores entregas afirmando que Lady Gaga, Justin Bieber o Tim Burton entre otros son extraterrestres o que no teme en hacer humor con un tema tan delicado como los derechos de la población afroamericana de finales de los 60.

Y encima se toman el riesgo de cerrar con un satisfactorio final sorpresa que ni le exigía nadie ni es es una burda excusa gratuita para dejar la puerta abierta a más que probables secuelas.

En definitiva, una película que no defraudará a los que disfrutaron con las entregas anteriores, pero que si que puede defraudar o al menos no dejar tan satisfecho al que llegue a la saga virgen de las anteriores juergas interplanetarias de sus protagonistas.




4 comentarios :

  1. Lo mejor el final y Griffin, de hecho quiero un Griffin en mi vida jaja

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  2. Griffin (Michael Stulbargh) es un actor enormemente bueno, te recomiendo Boardwalk Empire.

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  3. Hola, soy Dani, espero ver en tu blog la crítica a The Dark Knight Rises que el hype no me deja pensar xd

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  4. Eh un saludo Dani, jajaj yo estoy igual,pero te vas a tener que esperar al 20 de Julio, seguramente al 21 jaja...

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